domingo, 8 de agosto de 2010

Gente de casa

"Tú eres de casa". Eso decían en mi aldea cuando querían hacerte un gran cumplido.

Llamaba a la puerta una vecina. Y estaban mis tías afanándose en algún trabajo de la casa

__ Pasa, mujer, que estamos terminando de arreglar la cocina.

__ Déjalo, Puriña, ya volveré más tarde, que ahora estáis ocupadas.

__ No, mujer, entra, que tú eres de casa.

Me parecía a mi que "ser de casa" era más importante que ser de la familia, porque para los que son de casa no hay secretos ni "pan partido". Puertas abiertas y pan para todos.

Se lo dijeron a mi mujer hace ya cuarenta años:

__ Tía, ¿puedo coger una manta del armario?

__ Pero, ¡qué pregunta!, ¡tú eres de casa!

Con eso estaba dicho todo.

Es verdad que, algunas veces, sólo se decía por hacer un cumplido, por quedar bien. Pero a mí se me quedó grabado desde niño aquella forma de pensar las cosas. Tal vez por eso, llega un sábado caluroso de agosto, llaman a la puerta amigos muy queridos y uno piensa: "Son gente de casa".

S.

1 comentario:

  1. Fácilmente nos acostumbramos a los amigos que acuden una y otra vez a nuestras estancias, reales o virtuales. También en el blog hay amigos que son de casa.

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