domingo, 16 de octubre de 2011

Si no vas a escribir hoy, quítate la sudadera

Representación de Electra, en el Teatro Real de Madrid

Me desconcierta la música de R. Strauss. A veces, me conmueve. Otras veces, me deja frío. Eso es lo que tiene ser un discapacitado musical.

En el caso de Electra, me acojona la parte orquestal. Tal vez sea porque ya me asustó, en su momento, la obra de Sófocles. Sólo hablo de mí, pero no lo digo en broma: hay piezas musicales que me intimidan, como me intimida el odio. El odio que yo siento, quiero decir. El de los demás me daña de otra manera.

¿Qué coño sabía de nosotros este Strauss como para componer ciertas piezas?

Tal vez lo mismo que supo Chejov al escribir sus cuentos, o lo que supo Mozart cuando compuso el Così fan tutte.

Ya me jode ser tan vulgarmente humano y vulnerable.  Quisiera, como otros, ser un tipo singular. Pero, no; a mí también me asusta la música, y los cuentos de Chejov. También me alteran estas noches de otoño madrileño: con manifestaciones en la Puerta del Sol, y con Strauss en el Teatro Real.

Si este Loro (falso) fuera esa amiga (aún) que se pone una sudadera para escribir, hoy me quedaría desnudo para sentir de una puta vez el frío de todo lo que no entiendo.

El Loro (más falso que nunca) de Flaubert.


1 comentario:

  1. Para escribir, yo prefiero desnudarme por dentro y protegerme por fuera.
    Buen domingo, loro (falso).

    ResponderEliminar