Siempre me ha dado miedo el Re Menor; también temo a las mujeres de cristal.
El Re Menor es cruel, porque, a pesar de todo, resulta indispensable para la vida cotidiana.
Las mujeres de cristal, en cambio, duelen por lo que se transparenta, a través de ellas, Una mujer de cristal nunca esconde lo material. Se limita a cambiar la perspectiva de lo visto anteriormente.
Por todo ello -y creo saber lo que me digo- el Re Menor te ahoga, te oprime el pecho. Y, más tarde, bastante más tarde, es cuando puedes desangrarte si abrazas a una mujer de cristal.
S.
La música y el cristal son dos elementos de los que no nos libramos: sus pedacitos permanecen en nuestros rincones, y pueden volver a herirnos mucho tiempo después de habernos herido.
ResponderEliminar¿Y esto?
ResponderEliminar¿Sabe que Re menor es el modo relativo de Fa Mayor y sólo tiene un bemol? Puestos a temer a un modo menor, no sé, podría elegir uno con más bemoles,Sí bemol menor, por ejemplo. Claro que, es posible que éste no sea tan indispensable para la vida cotidiana, como el otro, digo. Y lo de las mujeres de cristal, Sr. Sulle, que ya todo el mundo sabe que son inofensivas desde que puso el ayuntamiento los contenedores verdes para reciclar vidrio.
ResponderEliminarBeso a usted sus codos
Asilvestrada.
Dice doña Viky que música y cristal son inevitables y que sus heridas terminan por cronificarse. Supongo que es así porque, incluso cuando disfrutamos de su goce comenzamos a dolernos con lo inesquivable de su pérdida.
ResponderEliminarS.
A doña Silvestre habré de contestarle con más detenimiento.
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